22 diciembre 2012
Acrósticos
Abrazo mi propia escencia, en una crisálida casi transparente.
Reposo el alma, y la eternidad se presenta como un torbellino de
Movimiento constante: un río me lleva hacia tus manos para
Oscilar entre la gente como un péndulo fantasma, imperceptible.
Nadie nunca nada, el vacío se transforma en plenitud.
Inmersa en vibraciones, huelo a flores en tu pelo, y como
Agua de montaña me escurro entre tus dedos.
05 diciembre 2012
Libertad es todo esto. Estar tirada bajo una luna demencial, como todo lo que no se ve, sintiendo absoluta pureza en el ser, en el espíritu. Desarmarme en el medio del río, plenitud para mi sangre. Mirar con desnudez lo que me rodea, quitarle su ropaje. En un suspiro incontrolable cierro los ojos y me encuentro, y el caos se ordena por un instante devolviendome la paz.
Exploto en sonrisas como si fuese la única salida posible. Y una vez más puedo decir, que somos solo momentos.
Paula Medela y Ayelén Colaciuri
(palabras al azar)
23 noviembre 2012
Siempre andás sintiendo el vértigo en la cola
Como cayendo en un pozo,
el olvido te perturba
lamiendote los
tobillos,
chupándote la sombra.
Tu virtud siempre fue escuchar el silencio,
ronroneando por el
miedo que produce
22 noviembre 2012
Fenix
Escupí mis
pensamientos en tu cara,
Vomité mis
sentimientos en tu cuerpo,
Golpeé las
paredes hasta que me sangraron los nudillos.
Mordí mis
uñas hasta llegar a los dedos
(y también me
los mordí hasta llegar a las palmas)
Un Fa
Sostenido derramó mis cuerdas vocales en un charco
(que formé
con toda la fuerza de mis ojos);
y mi sangre
corrió cual leche cortada, por los pasillos de un tren.
Cambié mi
vieja piel, reseca como un trapo apolillado,
El corazón
se me hizo pasa de uva. Cayeron mis plumas grisáceas.
Y con la luz
del sol se quebraron mis ojos.
19 noviembre 2012
Tanto deseo
Sabes que me vuelvo
loca cuando te veo, no me puedo resistir; y te haces desear quedándote inmóvil
con una actitud que esconde mucho más de lo que aparenta. Así mi imaginación muta
en fantasía, teniéndote tan cerca una vez más los segundos se hacen horas y
caigo otra vez en tu juego de seducción.
Comienzo a
tocarte suavemente por encima de la ropa mientras me alentás a que siga con sonidos,
sin decir una palabra. Te desnudo violentamente, mientras todo el misterio que
te envolvía ahora me remonta a esas mañanas de éxtasis en las que me entregaste
todo. Veo tu cuerpo y nada cambió. Cada milímetro de mi lengua roza tu piel,
casi transparente, que por poco deja ver tu sangre. Ese perfume único es capaz
de enloquecer a cualquiera... y mi boca está poseída, explorando nuevamente
todo tu cuerpo. Extrañaba tenerte así: tan dentro de mí estas que ya creo que
somos uno, ahora sé que no quiero separarme de vos nunca más, quiero saborearte
eternamente. Fusionados en este acto de locura siento como se acerca la mejor
parte, quiero romperte, morderte, acabarte! Con los ojos fuera de órbita y
totalmente descontrolada, tengo ganas de reír, de llorar, de gritar... Un
viento caliente me invade por completo y se transforma en un orgasmo que parece
interminable, un orgasmo en el que nos unimos para siempre.
Ahora te
recuerdo entero, ese toque oscuro, esa amargura que te hace ser perfecto
aparece desbordante, y así comprendo que sos el mejor amante.
Mi complemento,
mi todo, mi eterno compañero, ya te extrañaba, necesitaba sentir una vez más el
placer de comer un caramelo de menta con
chocolate.
(Escrito el 14-06-07)
17 noviembre 2012
Morirme de risa
Morirme de
risa
reírme a
gritos, reírme toda,
reírme con
arcadas,
atragantarme
de risas.
Reírme hasta
desangrarme,
hasta que se
me rompan los huesos,
hasta que se
me corte el aliento.
Reírme con
furia, pataleando,
hasta que se
me doble el diafragma,
reírme
revolcándome en la tierra,
comiendo
pasto.
Besar con
risas, coger riéndome.
Darme vuelta
de tanto reír,
ponerme
roja, verde.
Que me
exploten los ojos,
y que vuelen
mis pedazos por ahí,
rearmarme en
una carcajada
y volverme a
romper.
Caer en un
pozo y reírme ahí,
con
los huesos rotos, los músculos contraídos,
y en un
último espasmo nervioso morirme (de risa).
12 noviembre 2012
Casi
Una flor muerta,
brisa de primavera
mordiéndome los ojos.
La médula torcida
incita la caída.
Mis manos en el barro.
La eternidad
como una hoja seca,
tatuandome la piel.
16 octubre 2012
Frescura
Contracción en el vientre,
la médula partida en mil pedazos.
Cuesta abajo y ruedalaruedarodante.
Empañan los bordes de mis venas
las gotas de agua que en sus labios,
saben a bosque, a lluvia en la mañana.
12 octubre 2012
ABC
Abrazos. Besos. Compartir. Días. Estar. Felicidad. Gratificación. Horas. Imaginación. Jugar. Kilómetros. Luz. Momentos. Nosotros. Ñoñería. Ocio. Presencia. Querer. Risas. Saber. TIEMPO. Unión. Valores. Yo.
Abrigos. Bibliotecas. Caramelos. Dudas.
Extrañar. Festejos. Gritos. Helados. Imágenes. Juguetes. Kiosco. Libros.
Mascota. Nunca. Obras. Promesas. Quizá. Remeras. Suspendido.
Tarde. Urdir. Vacante. Yacer. Zozobra.
09 octubre 2012
Pez
Levanta sus párpadospersiana antes del amanecer.
No encuentra un motivo suficientemente válido para no sonreír.
Arroja su cuerpo al mar.
Íntegrasedesintégra.
Células transformándose.
Flota en su totalidad.
Arena que se filtra entre sus dedos.
Un suspiro.
Una carta rota.
Una flor sin pétalos.
Amante del amor.
Celebra cada instante.
20 septiembre 2012
Mujer
El sol te sienta bien: sos primavera, verde hasta en la
sonrisa.
Tersa tu piel como la cuerda floja en la que caminás con frecuencia,
al borde de la locura, saboreando el vértigo de lo prohibido.
Una lejana contracción de tus escrúpulos taladra oídos
cuando tu pelo suelto enreda todo a tu alrededor y lo anuda,
enrolla, tensa y trenza como notas musicales
(capacidad innata para enloquecer a cualquiera).
Esa fluidez con la que bailás cuando no te importa si te están mirando,
cuando te atraviesan los huesos como un rayo, y la línea que te divide se torna difusa,
cuando clavás las pupilas sin asco y sin miedo, avanza tu talante a todo trote.
Y es que a veces sos la brisa misma,
otras tantas viento huracanado.
Piedra caliza, rojo intenso.
Tormenta solar en la mañana
Tersa tu piel como la cuerda floja en la que caminás con frecuencia,
al borde de la locura, saboreando el vértigo de lo prohibido.
Una lejana contracción de tus escrúpulos taladra oídos
cuando tu pelo suelto enreda todo a tu alrededor y lo anuda,
enrolla, tensa y trenza como notas musicales
(capacidad innata para enloquecer a cualquiera).
Esa fluidez con la que bailás cuando no te importa si te están mirando,
cuando te atraviesan los huesos como un rayo, y la línea que te divide se torna difusa,
cuando clavás las pupilas sin asco y sin miedo, avanza tu talante a todo trote.
Y es que a veces sos la brisa misma,
otras tantas viento huracanado.
Piedra caliza, rojo intenso.
Tormenta solar en la mañana
Suscribirse a:
Entradas (Atom)