22 noviembre 2012

Fenix



Escupí mis pensamientos en tu cara,
Vomité mis sentimientos en tu cuerpo,
Golpeé las paredes hasta que me sangraron los nudillos.
Mordí mis uñas hasta llegar a los dedos
(y también me los mordí hasta llegar a las palmas)
Un Fa Sostenido derramó mis cuerdas vocales en un charco
(que formé con toda la fuerza de mis ojos);
y mi sangre corrió cual leche cortada, por los pasillos de un tren.
Cambié mi vieja piel, reseca como un trapo apolillado,
El corazón se me hizo pasa de uva. Cayeron mis plumas grisáceas.
Y con la luz del sol se quebraron mis ojos.
Entonces comencé a vivir.




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