Morirme de
risa
reírme a
gritos, reírme toda,
reírme con
arcadas,
atragantarme
de risas.
Reírme hasta
desangrarme,
hasta que se
me rompan los huesos,
hasta que se
me corte el aliento.
Reírme con
furia, pataleando,
hasta que se
me doble el diafragma,
reírme
revolcándome en la tierra,
comiendo
pasto.
Besar con
risas, coger riéndome.
Darme vuelta
de tanto reír,
ponerme
roja, verde.
Que me
exploten los ojos,
y que vuelen
mis pedazos por ahí,
rearmarme en
una carcajada
y volverme a
romper.
Caer en un
pozo y reírme ahí,
con
los huesos rotos, los músculos contraídos,
y en un
último espasmo nervioso morirme (de risa).