Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.
Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.
Por ahí un papelito
que solamente dice:
Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.
J. Cortázar
3 comentarios:
te lo voy a robar. Cortázar siempre pero siempre provoca calosfríos,... quiero te
Qué belleza!
Qué genio para decir las cosas!
Pero para verme, tengo que aprender también a mirar mi imagen en mi propio espejo.
Son engañosas a veces, las imágenes que nos devuelven los otros, y a veces son tan reales.
Quizás el secreto está en buscar el equilibrio, entre lo que creemos y pensamos de nosotros y lo que el otro nos devuelve como un espejo.
Será?
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