24 octubre 2013

T/E

Un amanecer encandilante. 
Dos ojos incandescentes.
Intrascendentes.

Como tus venas cuando colapsan 
hundiendo en fiebre todas tus muertes
que no llegan a la calidad de orgasmo,
solo porque les falta sangre.

Hedonismo y locura. 
Hambre de sonrisas.
Paradoja incompleta.

Yo camino al borde de ese precipicio 
en donde estas bailando furiosa,
Porque no sabés cuales son tus propios límites 
y siempre te los violo yo.

No sos meridiano, mucho menos hemisferio.
El mundo corre más rápido que el propio tiempo,
Y todos los relojes se detienen a oírte respirar.

2 comentarios:

Darío Sanchez dijo...

Lo leí 5 veces seguidas y lo interpreté de 5 maneras diferentes. Hermoso Aye

Silvia Red dijo...

!!!!